Un hermoso día de primavera Arturo y
Clementina, dos jóvenes y hermosas tortugas se conocieron al borde de un
estanque y aquella misma tarde descubrieron que estaban enamorados.
Así Arturo
y Clementina se enamoran e inician una
vida conjunta. Lo que en un principio promete como una relación tierna y llena
de complicidad; se va transformando en una relación monótona y de encierro.
Arturo
no deja crecer a Clementina, y cada regalo
que le hace, se convierte en una tremenda losa que no deja a la tortuguita
avanzar.
CLEMENTINA.- Me gustaría tener una flauta. Aprendería a tocarla, inventaría
canciones, y eso me entretendría.
ARTURO.- ¿TÚ? ¿Tocar la flauta tú? ¡Si ni siquiera distingues las notas!
Eres incapaz de aprender. No tienes oído.
Aquella misma
noche, Arturo apareció con un hermoso tocadiscos y lo ató bien a la casa de
Clementina.
La
autora de esta historia con moraleja, Adela Turín, es una autora italiana que
en los años 60 decidió reescribir los cuentos. Sus fábulas tienen un trasfondo
de género, que combate la concepción machista de los cuentos clásicos, dónde la
mujer es estereotipada como débil e incapaz.