´Hoy os dejo una breve
historia que presenté a un concurso de microrrelatos, curiosidades de la vida,
he quedado finalista. A ver si la próxima vez quedo como ganadora.
http://letradepalo.es/clubletradepalo/concurso-de-microrrelatos
Que tengáis unas buenas
vacaciones y nos vemos a la vuelta. Un beso
Al sur del planeta existe un país. En el país hay
una gris ciudad y en su corazón, un edificio morado. En lo alto del edificio
una azotea, y en ella se escucha un quejido semejante al ulular de un búho. Quien
se lamenta es la cuerda de tender de nailon verde, que solitaria se agita con el
viento al atardecer.
En el mundo existen un sinfín de cuerdas, y ella lo
sabe. Las hay blancas de algodón,
metálicas y de alambre, conoce a
cuerdas que se extienden en pleno prado y a otras que viven encerradas en los
patios de luces.
Ella se sentía especial, un día el vecino del quinto
la escogió de entre las decenas de
cuerdas que había en el supermercado. Desde entonces su hogar fue la azotea, allí era feliz acompañada por
los pájaros y la ropa de toda la comunidad. Pero hoy, con el pasar de los años,
la cuerda gastada y deslucida, se
encuentra más sola que nunca. Nadie la usa para tender, los vecinos tienen
miedo a que se rompa con un soplo de viento.
A quien más echa de menos es a sus amigas las pinzas, a
las de madera y plástico, que tienen el mismo trabajo, pero son bien distintas.
Las pinzas de madera son muy sabias, cuentan
historias sobre bosques y animales; han
viajado tanto que hablan todas las lenguas del mundo.
Las pinzas de plástico son más alegres y coloridas.
Las de color rosa eran sus favoritas, son coquetas y finas y las primeras en colocarse
para sujetar las prendas femeninas. Las rojas son las más picaras, se ciñen
fuertemente a las sábanas para que les cuenten
las pasiones más íntimas de los que allí duermen.
Mientras que la cuerda gime y se tensa; el vecino de
tercero piensa en ella. Su hija le ha
pedido una comba nueva para jugar, y ha
decidido reciclar la cuerda que nadie usa para tender. Esa misma tarde, la cuerda se despide de la
azotea, del sol y las aves y sorprendida, descubre que en plena madurez la vida
te puede dar una segunda oportunidad.
Desde entonces, cuando alguna pinza se cae desde el tendedero, la cuerda le abraza y la esconde en
el baúl de los juguetes. Y por las noches mantienen largar charlas y sacan a tender sus recuerdos.
http://letradepalo.es/clubletradepalo/concurso-de-microrrelatos
tienes un blog muy bonito y estético,el microrelato me ha gustado mucho, besotes
ResponderEliminarhttp://leyendoesgerundio.blogspot.com
Gracias Anónimo, me alegro que te guste el blog y el relato.Acabo de volver de vacaciones y retomaré la actividad.También he echado un ojo a tu blog y me han gustado mucho tus comentarios sobre los libros.Un saludo
ResponderEliminarMe gustaría saber los valores y la didáctica de este cuento me ha sorprendido mucho y me atrae la verdad no se escribir el porque
ResponderEliminarPues Anónimo, es que tu quieras sentir al leerlo. Pero habla de segundas oportunidades, del apego, del paso del tiempo, desarrollo de capacidades, cambio de vida....Me alegro que hayas disfrutado. Un saludo
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